Desde su publicación en 1988, El ocho ha sido traducido a una docena de idiomas y se ha convertido en un best seller de culto. La prosa directa de Kathertine Neville cautiva al lector desde la primera página, embarcándole en una aventura literaria que recorre u na fase crucial de la historia de Europa en pos de un objeto singular.
Se cuenta que allá por el año 800, Carlomagno jugó una partida con un caballero que le traía como presente un tablero de ajedrez. Las fichas, con piedras preciosas incrustadas y extraños símbolos, eran las más hermosas nunca vistas. El emperador comprendió que no era un juego normal, sino un tablero y unas piezas mágicas, cuyo poseedor tendría poderes omnímodos. El ajedrez fue a parar a una abadía de Francia, cuyas monjas los ocultaron. El hallazgo de ese ajedrez obsesionó a figuras históricas como Isaac Newton, Catalania de Rusia, Robespierre, Napoleón...
Catherine Velis, experta en ordenadores, se ve involucrada en la búsqueda del legendario ajedrez. Pero un campeón soviético de este juego le advierte del peligro: sus piezas son la clave de una antigua fórmula ligada a la alquimia, la masonería y los poderes cósmicos. En plena Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se desarrolla esta aventura, que nos hará entrar en un juego que dura desde tiempos inmemoriales y cuya pista seguiremos desde la Revolución francesa hasta la actualidad.
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