Pablo Neruda compuso en sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada uno de los monumentos literarios de la lírica española de todos los tiempos, reeditado en infinidad de ocasiones desde su aparición en 1924. Pocas veces un libro de poesía ha tenido semejante éxito de ventas, que se cifran por millones.
En estos poemas de conmovida intensidad lírica, Neruda maneja de modo admirable los hallazgos expresivos de la vanguardia de la época. El acento en la plenitud vital, la exaltación y el erotismo ceden el paso, en la hora de los duelos y las separaciones, a un tono de melancolía infinita. Unos versos intocables en su definitiva rotundidad de pieza maestra.
El poeta se recrea en la alegrías y las zozobras del amor, en la adoración del cuerpo femenino, en la embriaguez de los sentidos... La naturaleza grita su presencia y el paisaje marino resplandece. Los versos van directos al corazón; por eso sabemos que el poeta escribe para alguien, y que el medio de que se vale para hacer posible el sublime acto de la comunicación es la palabra.
En las frías y húmedas costas chilenas del Pacífico nació del amor y de la soledad del ser humano esta obra maravillosa, que hizo de su autor un altísimo poeta y le dio una fama sólo antes alcanzada por Bécquer.